Aún recuerdo cuando compré el Agricola, llevaba muy poco en la afición y los poquísimos juegos que tenía eran bastante mediocres, me apetecía probar eso que llamaban eurogames. Compré el juego, leí el manual y lo estrené: me encantó. A lo largo de las siguientes semanas jugué un montón, disfrutaba mucho sacándolo a la mesa, abriendo la caja y preparando la partida, se lo enseñaba a todo el mundo, incluso jugué una vez con mi madre (una neófita del cartón), después de divertirme durante un tiempo construyendo granjas necesitaba algo diferente, muy diferente.

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Empecé a mirar foros y a informarme, quería el juego definitivo, para mi los juegos de mesa eran una afición más con fecha de caducidad, «como mucho dos o tres juegos al año que son muy caros» me decía a mi mismo… cómo cambian las cosas. Después de días de búsqueda me decidí por una enorme caja que siempre veía en lo más alto de la estantería de esa tienda de juegos que visitaba desde hace poco, el Runewars. Recuerdo que mientras me estudiaba el manual miraba de reojo la balda donde tenía el Agricola y pensaba en toda la diversión que aún me daría esa caja llena de madera, el eurogame había pasado a un segundo plano pero seguía presente. Nunca lo volví a jugar.

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Tardé un tiempo en estrenar el Runewars, tenía otras obligaciones y mi tiempo libre se lo dedicaba a otros menesteres. Una tarde conseguí reunir a tres amigos y jugamos la primera partida, alucinamos, sentí que había encontrado el juego definitivo, estaba convencido de que ningún juego me divertiría tanto, era perfecto, no necesitaba más. Estaba equivocado.

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Hoy en día compro varios juegos al mes y ninguna de estas adquisiciones siente el tacto de mis dedos tanto como lo hizo el Agricola, además sigo buscando ese juego definitivo que pensé haber encontrado en los Reinos de Terrinoth. No tengo ningún remordimiento en pensar en el siguiente juego que me voy a comprar mientras desprecinto una caja de cartón comprada esa misma tarde. No creo que disfrute menos de los juegos o que me aburran rápido, simplemente soy una víctima más del llamado hype, de la necesidad de tener lo último, de probar esas nuevas mecánicas milagrosas de las que todo el mundo habla, de leer manual tras manual, de buscar ese juego que me haga sentir… las mismas sensaciones que sentí jugando al Agricola y descubriendo el Runewars.

2 Comentarios

  1. No conozco todos los que recomiendas, me informaré. El República tengo pendientes algunas jornadas pero a veces cuesta un poco convencer a gente que no ha jugado nunca al juego por su fama de muy complicado. Sobre el Virgin Queen más de lo mismo, tengo muchos juegos pendientes, algunos de ellos complejos como Earth Reborn, Twilight Imperium, jugar más a Runewars con la expansión como para ir a por otro juego complejo y largo (y feo :P). Necesitamos más horas!

  2. Interesante reflexión… «por los viejos tiempos» que decía aquella canción escocesa:

    Yo llevo algún tiempo ya en esta afición y (de momento) no me dejo llevar de forma compulsiva por el hype porque me duele tener juegos que no vean mesa. Además, aunque a cada momento salen juegos nuevos interesantes, de momento y a día de hoy (habrá que ver como siguen cambiando las cosas con el tiempo) tengo varios pilares sublimes como: República de Roma (no importa los años que tenga, sigue siendo maravilloso), 1775 La Guerra de Independencia de EEUU (que representa lo que yo le pido a un wargame de forma sencilla pero a la vez estratégicamente muy compleja), Puerto Rico (es el eurogame por excelencia para mi, de los pocos juegos que me gusta jugar online), Innovation (representa de momento mi juego ideal de cartas) y por encima de todos ellos, por su temática, complejidad y sensaciones (y también por duración) está Virgin Queen, de GMT Games. Este último no puedo evitar recomendaroslo, pero es un juego que hay que estar preparado antes de catar porque no es corto y desde luego no es fácil, pero es de esos juegos a los que haces justicia cuando dices que «tiene de todo».

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